miércoles, 24 de marzo de 2010

0:43 Casi cinco...

El tiempo no ayuda y te sigo echando de menos...

lunes, 22 de marzo de 2010

1:18 Gracias

No, ahí no.

Detrás de los días soleados y las risas inocentes; de las continuas preguntas sin final; de los pequeños correteos acompañados de carcajadas que implican una temprana hora de irse a la cama...

Detrás de las tardes de colegio; de su forma de demostrarte cuánto te quiere y de tratar de defenderte; del recuerdo y de lo molesto que éste puede llegar a ser.

No tan lejano de sentirse mayor y capaz con cada cosa nueva que haces. Del darse cuenta que no es tan diferente ni tan similar a cómo creías que era...

...ahí. Es esa misma. Nunca has preguntado su nombre. Es absurdo. Y tienes la seguridad absoluta de saber de quién se trata. Y de que conoces todo de su vida, lo que nunca ha llegado a contar y aquello que quedará en el fondo y no volverá a salir.

Pero serán los demás quiénes te mostrarán cómo es y hasta dónde es capaz de llegar. Y sin ellos no sería nada más que una imagen, una figura. No tendría vida.

domingo, 21 de marzo de 2010

3:29 Pequeña

Durante varias horas me he encontrado leyendo las palabras de gente a la que no conozco de nada y nunca conoceré. Me han dejado fascinada. Bastante más de lo que lo harían muchos de los libros que ahora se encuentran entre los más vendidos.
La verdad, no esperaba ver algo así.

sábado, 20 de marzo de 2010

11:25 Mi solución

Cuántas veces has sentido que tu vida no podría ser peor y que algo te está hundiendo cada vez más. No encuentras solución y las cosas no te podrían ir peor, porque ese problema ocupa toda tu vida. Al final eso que te impide seguir de algún modo adelante, no te permite estar una hora seguida sin pensar en ello y, cada vez que vuelve a pasar por tu mente lo único que te provoca es más confusión...

Sin saber cómo, no puedes evitarlo. Quisieras estar bien, que fuera diferente. Pero al mismo tiempo a una parte de ti le gusta considerar los diferentes posibles medios para llegar a una conclusión final que, curiosamente, parece siempre ser la misma, y te lleva continuamente a las mismas preguntas y al típico "por qué tiene que ser todo tan difícil" . Tiene punto de partida pero no de llegada.

Volverás a pasar por el mismo estúpido camino sin pensar que por ahí ya has estado más de una vez y que por lo tanto, es inútil seguir en esa dirección. Pero en ese momento... qué más da. No te importa, te aferrarás a ello y no razonarás. Quieres una conclusión que te agrade, y la quieres ya.

Pero es que realmente conoces todas tus opciones...?