domingo, 13 de junio de 2010

15:50 Posible respuesta

Sentirme al borde del precipicio no es nada agradable. Sentir que todo se te cae encima es la causa. Es no ver ningún lugar de apoyo y entonces derrumbarte, y al intentar encontrarlo, seguir sin verlo.
Estoy de acuerdo con que las pequeñas cosas son las que nos hacen felices. También creo que la mayoría de las veces son las cosas que parecen pequeñas las que nos hacen realmente infelices. El machaqueo constante de una pequeña, pero intensa, lista de problemas.
Tonterías como el viento y la lluvia son la gota que colman el vaso y hacen que se desborde. Y entonces te das cuenta de que hasta que no te encuentras al límite y no puedes más, hasta ese momento fuiste un gran actor cuando has querido, o simplemente no ha tenido importancia, y es cuando el compromiso y la educación se vuelven terriblemente asquerosos y angustiantes. En ese momento será cuando tendrás que poner a cada uno una etiqueta y después en un lugar.
Será el tiempo, la lluvia, el viento, los segundos...

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